Los hombres odian ser mentalmente fuertes y físicamente débiles. El hecho de que debamos destruir este planeta a la vez que a nosotros mismos no nos llena de alegría. En cambio admiramos a los atletas y a las personas que ejercen la violencia física, y odiamos a los intelectuales. Un puñado de gilipollas lanzan un cohete a la puñetera luna y, ¿a quién mandan? A un tipo rubio llamado Armstong, incapaz de decir lo que debía al alunizar.
Es una extraña maldición, cuando uno se pone a pensarlo. Estamos hechos para el pensamiento y la civilización, más que cualquier otro bicho viviente que conozcamos. Y en el fondo, sólo queremos ser asesinos.
Burlando a la Parca, Josh Bazell
lunes, 22 de febrero de 2010
jueves, 11 de febrero de 2010
Estrellas
- Las gentes tienen estrellas que no son las mismas. Para unos, los que viajan, las estrellas son guías. Para otros, no son más que lucecitas. Para otros, que son sabios, son problemas. Para mi hombre de negocios, eran oro. Pero todas esas estrellas no hablan. Tú tendrás esas estrellas como nadie las ha tenido.
- ¿Qué quieres decir?
- Cuando mires al cielo, por la noche, como yo habitaré en una de ellas, como yo reiré en una de ellas, será para tí como si rieran todas las estrellas. ¡Tú tendrás estrellas que saben reír!
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Qué mejor manera de inaugurar este espacio que con un fragmento del libro que tanto me ha marcado...
Bienvenidos a este nuevo viaje, espero que disfruteis de él.
- ¿Qué quieres decir?
- Cuando mires al cielo, por la noche, como yo habitaré en una de ellas, como yo reiré en una de ellas, será para tí como si rieran todas las estrellas. ¡Tú tendrás estrellas que saben reír!
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Qué mejor manera de inaugurar este espacio que con un fragmento del libro que tanto me ha marcado...
Bienvenidos a este nuevo viaje, espero que disfruteis de él.
Etiquetas:
comienzos,
El Principito
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