domingo, 20 de febrero de 2011

Arrancamos

Ayer, en Oviedo, más de dos mil socialistas asturianos nos reunimos para arropar y dar a conocer a l@s ciudadan@s a quienes son nuestros candidatos y candidatas autonómicos y municipales, a quienes presentaremos a las elecciones del mes de mayo para ganarlas.

Equipos, equipos de personas cercanas a la sociedad y a lo que ella demanda. Equipos dispuestos a darlo todo por un sueño, por unas ideas y por un proyecto para nuestra tierra y para cada uno de nuestros concejos. En total, 132 personas (54 candidat@s a la junta y 78 candidat@s a alcaldes y alcaldesas) dispuestas a trabajar día y noche durante los próximos 90 días para que el 22 de mayo sea el proyecto socialista el que salga sobradamene refrendado en las urnas. Pero no sólo ellos. Detrás de cada candidato municipal, hay una candidatura que completa su equipo -una de las cuales tengo el orgullo de formar parte-, y una agrupación absolutamente dispuesta a volcarse para llevar a la victoria a su candidato. Y lo mismo con los candidatos autonómicos.

Juntos, única y exclusivamente juntos, unidos y sin fisuras, seremos capaces de llevar a nuestros equipos a la victoria. Ese es nuestro principal requisito, pero también nuestra principal virtud. La unidad y tranquilidad con la que los socialistas asturianos pasamos del siempre magnífico Tini Areces al excepcional Javier Fernández, unida al máximo consenso que ha habido en torno a la aprobación de las listas municipales (en mi agrupación, p. ejem. 93% a favor) y de la autonómica (98,9%, el más alto de la Federación Socialista Asturiana) nos hacen llegar a estos comicios con una fuerza enorme, más de la que nunca antes habíamos tenido.

Ganaremos las elecciones el 22 de Mayo. Por nuestra unidad, sí, pero también porque nuestro proyecto es el mejor, el único serio y riguroso para esta tierra. El único que piensa en gobernar Asturias y sus municipios para mejorar la vida de nuestros vecinos, y no para tratarlo únicamente como un premio personal del que jactarse ante de los amigotes. Asturias nos necesita, a nosotros y a nuestra Fuerza. Y ahí estaremos, para dársela, como siempre antes y sólo nosotros, hemos hecho.

sábado, 20 de marzo de 2010

Libertad


Tomasa llora. Y grita que aquella madre se ahorcó una tarde de noviembre, en el retrete de la cárcel de Olivenza. Antes le había contado que en Castuera fusilaron al alcalde de Zafra, don José González Barrero se llamaba. Lo fusilaron un mes después de acabar la guerra. Y lo enterraron boca abajo, para que no saliera. Contar la historia. Sobrevivir a la locura. Recordar a don José, paseando con su esposa por la calle Sevilla. Era verano. Era la caída de la tarde. Y era la República. Su nuera iba vestida de blanco, como ama de cría. En Zafra. Y era la primera vez que Tomasa y su nuera veían de cerca a un alcalde:

- Mire, señora Tomasa, el alcalde. Ése es el alcalde.

Don José. Se llamaba don José. Llevaba a su mujer del brazo, y un sombrero panamá. Atardecía. Don José iba con un traje de lino, y con su esposa del brazo. Tenían una hija que se llamaba Libertad.

Dulce Chacón, La Voz Dormida.

lunes, 22 de febrero de 2010

Tal como somos.

Los hombres odian ser mentalmente fuertes y físicamente débiles. El hecho de que debamos destruir este planeta a la vez que a nosotros mismos no nos llena de alegría. En cambio admiramos a los atletas y a las personas que ejercen la violencia física, y odiamos a los intelectuales. Un puñado de gilipollas lanzan un cohete a la puñetera luna y, ¿a quién mandan? A un tipo rubio llamado Armstong, incapaz de decir lo que debía al alunizar.

Es una extraña maldición, cuando uno se pone a pensarlo. Estamos hechos para el pensamiento y la civilización, más que cualquier otro bicho viviente que conozcamos. Y en el fondo, sólo queremos ser asesinos.


Burlando a la Parca, Josh Bazell

jueves, 11 de febrero de 2010

Estrellas

- Las gentes tienen estrellas que no son las mismas. Para unos, los que viajan, las estrellas son guías. Para otros, no son más que lucecitas. Para otros, que son sabios, son problemas. Para mi hombre de negocios, eran oro. Pero todas esas estrellas no hablan. Tú tendrás esas estrellas como nadie las ha tenido.

- ¿Qué quieres decir?

- Cuando mires al cielo, por la noche, como yo habitaré en una de ellas, como yo reiré en una de ellas, será para tí como si rieran todas las estrellas. ¡Tú tendrás estrellas que saben reír!

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Qué mejor manera de inaugurar este espacio que con un fragmento del libro que tanto me ha marcado...

Bienvenidos a este nuevo viaje, espero que disfruteis de él.